El riesgo ajustado de utilizar un tratamiento con opioides de larga duración fue un 53% mayor entre los pacientes con hidradenitis supurativa.
Un nuevo estudio publicado en la revista JAMA sugiere que los pacientes con hidradenitis supurativa tienen un mayor riesgo de iniciar tratamientos de larga duración con opioides.
El riesgo de la utilización prolongada de opioides en pacientes con hidradenitis supurativa, que experimentan dolor que afecta sustancialmente la calidad de vida, nunca había sido estudiado hasta la fecha.
Con el objetivo de conocer si los pacientes con hidradenitis supurativa tenían más riesgo de iniciar un tratamiento de larga duración con opioides frente a los que no tienen esa afección, un grupo de investigación estadounidense comparó la incidencia general y de subgrupos del uso de opioides a largo plazo mediante un estudio de cohortes retrospectivo que involucró a 22.277 pacientes con hidradenitis supurativa y a 828.832 controles, identificados usando datos electrónicos de registros de salud.
Un análisis periódico del dolor y un cribado para el uso de opioides a largo plazo estaría justificado
Los resultados demuestran que
la incidencia en el uso prolongado de opioides a largo plazo entre los pacientes con hidradenitis supurativa, sin tratamiento previo con opioides, fue del 0,33%, en comparación con el 0,14% entre los controles.
Entre los pacientes que sufrían hidradenitis supurativa, se observó una mayor probabilidad de uso de opioides a largo plazo en aquellos que tenían edad avanzada, eran fumadores, tenían antecedentes de depresión y/o puntaje basal del índice de comorbilidad de Charlson.
Las unidades hospitalarias que prescribieron el tratamiento con opioides a pacientes con hidradenitis supurativa fueron : Atención Primaria (72,8%), Anestesiología y Unidades del Dolor (8,8%), Gastroenterología (4,6%), Cirugía (4,2%) y Urgencias (1,8%). El 5,4% de los pacientes con hidradenitis supurativa, en tratamiento opioide de larga duración, fueron diagnosticados con trastorno por uso de opioides durante el mismo estudio.
Estos resultados sugieren que un análisis periódico del dolor y un cribado para el uso de opioides a largo plazo estaría justificado, especialmente entre aquellos pacientes de mayor edad, fumadores, con historial depresivo y/u otras comorbilidades médicas.
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