La compañía estadounidense Google, especializada en crear productos y servicios tecnológicos, ha lanzado una nueva funcionalidad relacionada con la salud. Se trata de un software desarrollado mediante inteligencia
artificial que permite detectar enfermedades en la piel, pelo y uñas a través del propio dispositivo, ya que será suficiente con enviar tres imágenes de la zona problemática y responder una serie de preguntas para que el
sistema ofrezca una solución. Se trata de un software similar al que se utiliza actualmente para detectar algunos cánceres, pero Google ha adaptado el sistema de inteligencia artificial para ofrecer asistencia
dermatológica.
El gigante estadounidense ha lanzado una nueva función basada en inteligencia artificial para detectar problemas en la piel, pelo y uñas
Funcionamiento del software
A pesar de que ya existe un software similar para la detección de algunos cánceres, Google ha querido desarrollar un sistema de asistencia accesible a todas las personas que tengan un dispositivo móvil para tratar
problemas que afectan a un gran grueso de la población, como es el caso de las reacciones dermatológicas.
Es por ello que la nueva funcionalidad permite detectar enfermedades de la piel, pelo y uñas a través de la cámara del móvil. Simplemente, el usuario deberá tomar tres fotografías de la zona donde está el problema y
responder a una serie de preguntas sobre el tamaño de la anomalía, síntomas, y demás para optimizar el cribado.
La plataforma de Google compara los datos registrados con una base de datos configurada por dermatólogos, que ofrecen información revisada y actualizada sobre la salud de la piel, el pelo y las uñas. A pesar de que
Google no realiza un diagnóstico de la posible enfermedad o malestar, ofrece información contrastada para agilizar los procesos, y mejorar el plan de actuación o el proceso de recuperación.
Clasificación médica
El nuevo modelo de inteligencia artificial propuesto por Google ya ha recibido la validación clínica, y entra a formar parte del grupo de dispositivos médicos de clase I en la Unión Europea. Es decir, se trata de un
dispositivo de bajo riesgo y poco invasivo para el usuario, que lo podrá utilizar de forma complementaria a un profesional sanitario para detectar posibles problemas de salud.
La disponibilidad del software sigue siendo un misterio, ya que dependerá de la región geográfica en la que se encuentre cada persona. Es por ello que Google no ha concretado todavía las fechas de su llegada.